En 1790 la oficina de patentes abrió sus puertas para que cualquier persona, hombre o mujer, protegiese su invención con una patente; pero en muchos estados las mujeres no podían poseer legalmente una patente independientemente de sus maridos, padres o hermanos por lo que muchos inventos de las mujeres no pudieron ser patentados o aparecen con el nombre de sus maridos.
Hasta 1840 solamente fueron publicadas 20 patentes de mujeres.
El 15 de mayo de 1809 Mary Dixon Kies se convirtió en la primera mujer estadounidense que obtenía una patente, independientemente de su marido.
Natural de Connecticut, Kies inventó un proceso para tejer la paja con la seda, con lo que se convirtió en una gran precursora de la industria del sombrero.
Desafortunadamente su patente se perdió en el incendio de la Oficina de Patentes de 1836.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
esto tambien es nuevo,se ve que esta muy currado
Valla por Dios tenía que pasarle a una mujer.......pobrecilla pero me parece muy interesante.
esto no me lo sabia yo.. pobre mujer!
Publicar un comentario